Un tornado arrasó todo, menos con la casta de campeones.
Dolores se ubica junto al rio San Salvador. Sus 17.000 habitantes jamás imaginaron lo que sucedió. Un tornado arrasó con la ciudad en menos de cinco minutos.
Los doloreños más allá del drama y la tragedia, volvieron a mostrar su casta, su amor propio, ese que los destaca y destacó a lo largo de la historia en muchas áreas, pero principalmente, en el fútbol.

Cuando Miguel Andreolo llegó a Italia fue recibido como crack. Y lo era. Venía de ser Campeón Sudamericano y del Mundo con Uruguay en 1930, además de haber logrado el Campeonato Uruguayo vistiendo la blusa de Nacional. El uruguaiano había nacido en un pequeño pueblito del interior, en Dolores, el 6 de setiembre de 1912. Y desde niño había sido todo un atleta.
Comenzó desde muy joven en el Libertad y sus grandes actuaciones lograron trascender fronteras. Emisarios del club tricolor lo sacaron de su Dolores natal y lo llevaron a Montevideo, al naciente fútbol profesional de la capital.
Con Nacional ganó todo. Y volvió a repetir lo que había hecho en el Libertad. En vez de Montevideo, esta vez, lo vinieron a buscar de Bolonia, y allá marchó con toda su clase.
Andreolo jamás se olvidó de Dolores. Ni siquiera cuando obtuvo la doble nacionalidad y jugó por la selección italiana. Con la azzurri ganó la Copa del Mundo en 1938. ¡Si habrá sido crack!